sábado, 19 de marzo de 2011

Tula



Llegó a casa cansado y saludó a todos con una sonrisa, se fue directo al sofá y se quitó los zapatos, sacó de la bolsa del saco el sobre que contenía su cheque, lo vio y revisó las horas trabajadas, miró el importe, restó en la mente la cantidad de los impuestos retenidos, apretó los labios y movió la cabeza, levantó la mirada arqueando un poco la ceja, suspiró, caminó hacia el calendario y ubicó a fecha, fijó la vista en el 18, se llevó el índice y el pulgar a los parpados respectivamente, se tallaba los ojos y balbuceaba mientras hacía cuentas mentalmente… seguro del carro, comida, gasolina, teléfono de la casa, el pago de la tarjeta... suspiró y se mordió un poco el labio superior. Apena salió para pagar todo, exclamó para sí.



Me acerque a él, yo tendría unos 10 años y le expliqué que tenía que hacer un proyecto de la escuela en referencia a la cultura Tolteca con presentación por escrito y maqueta.

Desconociendo el tema, fuimos a la papelería y compramos una de esas estampitas con información y dibujos al otro lado, regresamos a casa y buscamos en la enciclopedia y notaba a mi papá un tanto desconcertado, me sonrió y me alborotó el cabello poquito y me dijo: parece que nos vamos a aburrir bastante y no le vamos a entender, así que se puso de pie y le dijo a mi mamá: deberíamos de ir a Tula para ver qué onda. Y como siempre le gustó manejar, (especialmente la vida de los demás) nos fuimos en el carro los cuatro.



Tula se encuentra localizado en el estado de Hidalgo, México, en un par de horas llegamos ahí desde ciudad de México, es famosa por el centro ceremonia de Tula, el cual fue fundado por los toltecas alrededor del año 900 D.C, en la actualidad se puede observar los restos del templo de Tlahuizcalpantecuhtli o templo de la estrella de la mañana, en cuya cúspide se yerguen los famosos Atlantes de Tula, estatuas de 4,6 metros de altura, representaciones de dioses toltecas, que se cree eran los pilares del techo del adoratorio dedicado a Quetzalcóatl, por lo que se cree que los Atlantes simbolizan a su ejército.

Saliendo de ahí, fuimos a comer quesadillas y comida típica de la región, estuvimos jugando mi hermana y yo con unas gallinas y correteando a unos borregos que por ahí andaban.

Llegamos a la casa, muy contentos llenos de fotos y sonrisas y muy pero muy cansados.

Al día siguiente, mi papá volvió a mirar el calendario y descubrió esta vez un 19, volvió a pensar en los pagos pendientes y se dijo ni modo TELMEX, te vas a tener que esperar hasta el próximo cheque. (Lo sentimos el número que usted marcó está fuera de servicio, no es necesario que lo reporte al 050)

En ocasiones tenemos que dejar a un lado las exigencias cotidianas de la vida y brindar un tiempo y dinero a la familia. Los hijos lo agradeceremos, algún día.

Gracias a Papá y Mamá.



sábado, 5 de marzo de 2011

CUANDO TODO PASE

Cuando todo haya pasado y las lágrimas se sequen, cuando amanezca de nuevo y descubramos que un nuevo día ha llegado, que miremos el reloj de nuevo y la vida nos exija que ya es tiempo de volver a la rutina.


En este nuevo día cuando todo ya ha pasado, estaremos nuevamente en el trabajo, en la casa, en la calle, con los problemas nuevos, con los mismos de siempre, con los viejos achaques y la exigente vida, las nubes se habrán ido y el sol iluminará las ventanas cuando todo pase.

Sin embargo, cuando creamos que ese día ha pasado volverás a nuestra mente en forma de recuerdo, en un vaso, en un suéter, en aquella blusa que era tuya, en el chiste que nos platicaste. Cuando veamos en la mesa el lugar vacio que era tuyo, la almohada marcada por el peso de tu cabeza. Pensaré que escuché tu voz y que todo esto que pasó ayer no fue más que un sueño, una pesadilla quizá. Querré pensar que no has partido y que cruzarás la puerta como cada tarde.

Entonces volverán las lágrimas, las preguntas, las culpas, los por qué, los hubiera.

Y entonces mi niña; solo entonces comprenderé que ese día no ha pasado, que es imposible decirte adiós y dejarte ir así de fácil, así como así. Como podré olvidarme de tu risa, de tus abrazos, de tu compañía de cada día, de todas las lagrimas que juntos lloramos, de las veces que grite tu nombre, de tu cara, de tu voz.

Este nuevo día me harás más falta que el de ayer cuando te tuve, cuando volteé y no te mire, cuando te sienta y no te encuentre.

Sé que ahora están con Él, y sé también que estarás conmigo cuidando de mí en cada paso que dé, no voy a cuestionar por qué te fuiste, por qué te llamo tan pronto, por qué te arranco de mis brazos. No lo haré.

Cuando todo pase me daré cuenta que nada ha pasado que somos todos solo viento, solo polvo, que somos frágiles. Y que lo único fuerte es el espíritu que nos mantiene de pie.






Hasta siempre, Mary Carmen.