Perdón por no entender por qué si tú también me quieres me tienes que alejar de ti.
Perdón por no poder olvidarte, así, tan pronto, por desear tener de ti algo, quizá solamente tu amistad.
Perdón por quererte, por enamorarme de ti, por querer saber si estás bien, si hay algo en que te pueda servir.
Perdón por no saber dejarte ir, neta, perdón.